Cuando presientes que las cosas no están sucediéndose como anticipabas, es tiempo de relajarte, darte un descanso, simplemente caminar sin rumbo, o cambiar la ruta habitual a tu casa, olvidar ese estrés que se te acumula sin darte cuenta y que te hace cometer errores las mas de las veces si no fueron de los irreparables mínimo fueron perdidas de tiempo, energía y espacio para tu diversión y convivencia.
Yo soy de esos muchos que en este tipo de situaciones usamos la música para tranquilizarnos y despejar la mente en busca de las soluciones, esta noche intente hacer lo de siempre y poner a esos infalibles en mis rutinas de descanso al cerebro, King Crimson, Don Caballero y algunos discos de Frank Zappa, como el “Zoot Allures” “Hot Rats” “Ship Arriving Too Late To Save A Drowning Witch” , “Weasels Ripped My Flesh” , pero no me deje caer en la rutina y fácil elección de lo que ya se va a funcionar, había algo mas en lo que pensaba y la distracción tenia que ser evadida con algo mas efectivo, con música que me atraiga por completo y sin desviaciones. En situación parecida a la de los amantes furtivos que se ven cada luna nueva amparados en la oscuridad que hay en esas noches, y tome algunos discos, ah porque eso si sigo disfrutando con mucho placer poner discos en lugar de archivos digitales, tome al azar y saque “Small Change” , “Bone Machine” y “The Heart of Saturday Night” de Tom Waits, no me atreví a oírlos en esta noche, pero me dieron una idea y me decidí por “Big City Secrets” de Joseph Arthur, ahora si que no se que paso pero mi pensamiento fue desviado a Faulknery una recreación de imágenes basadas en sus textos, principalmente de “Santuario” , y a cierta conversación con alguien que no lo conoce. Para acompañar estos pensamientos se que tengo la música ideal “No Such Place” de Jim White. Nada mas ponerlo en el reproductor de compactos, me detuvo de todo lo que hacia, hasta la fecha me sigue pareciendo bastante extraño la afluencia de sentir y pensar en ideas diferentes cada vez que lo pongo, casi sin darme cuenta he llegado a la conclusión de que es ya uno de mis favoritos, tiene canciones que no parecen ser mas una peculiar manera de musicalizadas, que las hacen atrayente, bueno hipnotizante seria mejor dicho; Algo que nos puede dar idea de lo que provoca su escuchar, es los títulos mismos de las canciones que nos van predisponiéndonos a elucubraciones sobre los temas, “Esposado a una cerca en Mississippi” , “Dios estaba borracho cuando me hizo” o “El pueblo fantasma de mi cerebro” por mencionar algunas contenidas en este enajenante y maravilloso disco de sonido casi folk pero inclasificable.
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