¿Porque decimos que el corazón duele? ¿Por qué? Me lo he preguntado miles de veces y nunca encuentro siquiera una referencia que me de la respuesta a lo que siento en el cuerpo, ahí justito en el pecho, sé muy bien que no es dolor, sobradamente me doy cuenta que ni siquiera llega a ser molestia alguna, pero la sensación de su latente cadencia bajando el ritmo, como si estuviera buscando detenerse bien que la siento, un vuelco del corazón decimos entonces, pero pasa… entonces el ritmo aumenta, la sangre se agolpa, atropella cuanto impureza debe limpiar, no le importa grasa alguna en su camino, purifica la sangre y limpia ya, se lleva a su paso los pensamientos de odio, de coraje, de rencor, de impotencia por callar, al ver la compartida actitud de quien no a sido afectado pero que se siente con derecho a solidarizarse, y como si nada hubiera pasado, borro de mi memoria las imágenes de hipocresía , si, me he convertido en un experto del mentir y ocultar emociones, lo que no puedo es dejar de sentirlas, no soy aun inmune al dolor intangible pero se callar.
Es lo bueno de tener siempre discos favoritos para escuchar, con trabajos como “Coles Corner”, no es necesario decir palabra alguna, solo hay que escuchar y esperar a que el pulso de ansiedad reprimida, recuerde cual es su cauce normal y regrese a él, doy gracias a Richard Hawley por haber hecho un disco tan bonito para olvidar actitudes y dedicarme sencillamente a disfrutar del café aumentando el calor, enorme placer, casi igual al del sonido en las bocinas llenando el oído, trayendo a la memoria recuerdos gratos, finalmente siempre el tiempo restablece la libertad que el mentir le roba.
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