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Silver Jews, es escucha obligada para los que somos fanáticos de Pavement, tanto Malkmus como Nastanovich, han participado en esta banda liderada por David Berman.
En lo que hacemos un tiempo de espera para tener en las manos el reciente disco que a publicado Silver Jews ("Lookout Mountain, Lookout Sea"), y que después de darle dos escuchas consecutivas puedo afirmar que es muy recomendable, vamos dándole un repaso a lo que tenemos de la banda.
"Starlite Walker", de sonido bastante cercano a lo que Pavement hacia, para mi fue un respiro desde las primeras escuchas, primero por que su tendencia semilenta, desbocaba en una especie de letargo y cierta flojera en su ejecución que le vino a dar calma, a las prisas de los días caóticos que estaba viviendo, segundo yo que nunca fui un buen escucha del country, termine aceptando casi sin darme cuenta, que había mucho, muchísimo mejor dicho interesante por explorar en la música de estos “gringos” alejados del metal, la greña colorida y voces inentendibles, tercero, me es difícil explicar esa sensación que tienes cuando alguien a quien visitas esta escuchando “Train Across The Sea”, te saluda, te ve, y solo comparte el silencio para no romper el encanto que esta canción tiene, sobre todo por que sabes que tiene problemas, entonces al terminar le dices, bríncate “The Moon…”., deberías hacer lo que en la primer frase de la siguiente canción cantan, “If you got a message, leave your name and number” y te contesta, no mejor vamos a oir “New orleans” porque “There’s trouble in the hall, trouble up the stairs, trouble in the trouble…, así con estas canciones tan cotidianas, como no va uno a gustar de Silver Jews.
Para "The Natural Bridge", Berman se desprende y aleja de sus cuates de Pavement, y se acerca más a las raíces de la música country, bastante sosegado, demasiado simple, causa ansiedad de tan lento que va, se aleja mucho de lo que me gusta oír, aunque ahora puedo decir que fue una especie de ensayo para los futuros discos, este vino a ser la semilla aletargada que estaba latente, claro que no era por falta de vigor, había una razón, la que hay atrás de una idea, cuando sabes lo que quieres hacer, pero que no le encuentras el lado adecuado para iniciar a su desarrollo, y al mismo tiempo sabes que debes hacer algo con ella para no perderla, mi parte preferida de este disco es la secuencia que hay entre “The Right to Remain Silent” y “Dallas”, S i yo hubiera echo estas dos canciones diría que “The Right… es el preludio contemplativo de la desolación en una ciudad de extraños que cohabitan en ella, y “Dallas” es el resplandor brillante y atrayente de una ciudad de promesas falsas, donde los sueños se tienen que olvidar.
Antes de "Tanglewood Numbers", publicarón "American Water" y "Bright Flight", pero no los tengo asi que vamos a seguirle con "Tanglewood Numbers", de entrada diré que tiene una de las canciones favoritas en mi listado de canciones sueltas, “Punks in the Beerlight”, con mejoras notables en el sonido, dejan atrás el tan gustado lo-fi, es un paso necesario, pues las letras son minimizadas en comparación a sus discos anteriores, aquí con la excepción de “The Farmer’s Hotel”, van mas directo a las frases suficientes y necesarias para darle sentido a la idea de canción y no poema musicalizado. Todo el álbum transcurre en un ambiente festivo, refleja alegría, ganas de seguir roqueando, eso pienso.
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